jueves, 21 de febrero de 2013

Cambio radical ¡ya!, sin milongas

El Real Club Deportivo de La Coruña está pasando por una situación complicada, cabe la posibilidad que el Club más que Centenario, si pierde la categoría, puede entrar en causa de disolución. Para no perderla, dependerá de la gestión, capacidad y criterio, que manifieste la Administración Concursal. Es la cruda realidad del Deportivo. Todas son cábalas ante la situación de despropósitos que estamos viviendo. El denominador común del interés de los aficionados, en lo que estamos casi todos de acuerdo, es que por encima de la situación institucional, prima la deportiva. Es obvio que todos estamos pendientes de la Administración Concursal, sobre todo del día que destape la caja de los truenos, será el célebre “D”. ¡Santa Barbará!, Dios nos coja confesados. Al mencionar a la Santa de los truenos, me vino a la memoria que, el Administrador Concursal del Deportivo es muy conocido en la Fábrica de Armas, aunque quienes más lo conocen, son las personas que hace unos años formaban parte del Comité de Empresa. 

Lo que ahora nos ocupa y preocupa es el partido de pasado mañana. Algunos deportivistas de conveniencia revolverán en el baúl de los recuerdos por si aún conservan la camiseta blanca de su Real Madrid de toda la vida. Es la cruda realidad de una minoría que bascula al rebufo de los triunfos, se apuntaron al carro que ahora critican. El sábado dejarán de ser “deportivistas” para volver al redil de los merengues. Es cierto que el Real Club Deportivo tiene una afición de diez, las fieles son como los novios en la boda: “como deportivista prometo serte fiel y cuidar de ti en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida.” Eso es un deportivista de alma y corazón, no un merengón que tiñó por un tiempo su camiseta con rayas de color azul.

Las cuentas de la lechera personalmente me dan pánico, casi siempre se rompe el puñetero cántaro y nos quedamos sin leche. ¡Que pocos partidos se necesitan para no descender! Claro que si, las calculadoras dicen que con ocho basta. ¡Qué jodido! Claro que son solo ocho, hay que jugarlos y ganarlos. Soy un iluso, voy a mantener la ilusión hasta que quede un hilo de esperanza. Los jugadores apelan a las virtudes teologales-Fe, Esperanza y Caridad- para no descender y sobre todo, a los aficionados. Es una de las grandes mentiras de las ruedas de prensa, saben mejor que nadie que, en ningún momento los han dejado solos, es cierto que algunos aficionados pasaron la raya de la tolerancia y buena educación, son los menos. El compromiso de la afición vale un mundo y un esfuerzo. Los jugadores fueron recibidos el sábado con aplausos cuando llegaban a Riazor después de perder en Sevilla, por esa razón, los culpables de la actual situación deportiva deben mentalizarse cada vez que salten al terreno de juego, son mejores que el contario, aunque este se llame Real Madrid, olvidándose de autocompasiones que a nada conducen y mucho menos a la victoria. No sé si los jugadores son conscientes de la responsabilidad que tienen con los aficionados, no deben jugar con la ilusión y esperanzas de miles de deportivistas que, en todo momento confiaron en ellos. Lo peor que pueden hacer los es defraudar a quienes se están sacrificando, incluso económicamente para dejar la voz en los partidos, o viajando en muchos casos en precarias condiciones, con palizas de cientos de kilómetros, para volver de vacío y lo que es peor, burlados por el juego y falta de compromiso del equipo.

Repito que soy un iluso y creo que la razón de los malos resultados es por la poca estima que tiene los jugadores de sí mismos, o por elementos exógenos que desvían atenciones, son humanos y es comprensible. El mal juego puede ser solucionable, la falta de confianza en su profesionalidad y fuerzas para encarar los encuentros, son la causa de los despropósitos que hemos visto en muchos partidos. Soñamos con el cambio radical que debe darle al equipo Fernando Vázquez, solo un partido en la mochila y hemos visto en la segunda parte del jugado contra el Sevilla, que aún hay un minúsculo hueco para la esperanza. Por mucho que haga el nuevo entrenador, si los jugadores no elevan la moral y se ponen a tono, mejor cerrar las puertas del estadio de Riazor y que jueguen ellos solos.


1 comentario:

razinger dijo...

Menos mal que reconoces que eres un iluso, porque está clarísimo que no hay nada que hacer. Espero que el día que finalmente se liquide este club, no seas el máximo ventajista y pongas a parir a lendoiro por mala gestión etc etc. Todo el mundo sabía que tarde o temprano el sueño llegaría a su fin. Llegó en el 2011, cuando se descendió, ahora simplemente empieza la pesadilla, que es de donde proviene este equipo. 20 años en primera, viviendo todos esos éxitos compensan la desaparición del club, de sobra. El puritano Jorge borrajo, dice que no, que no valió la pena, jajajaja..será cínico el tío, habría que verlo a él en el 2000 si le preguntan, ¿si dentro de 10 años se liquida el club, a cambio de esta liga firmarías?, PUES CLARO!!!. Como si hay que dopar a la plantilla entera!. Vamos hombre, que voy a ser yo ahora el máximo puritano, en este mundo futbolero lleno de farsantes y tramposos. DEJEMONOS DE TONTERÍAS, Y RECONOZCAMOS DE UNA VEZ QUE ESTO LO MUEVE LA PASTA.