jueves, 30 de mayo de 2013

Hasta el último aliento

El sábado  se amalgamarán presente y futuro, todo al mismo tiempo. Competición y permanencia. Ya no hay posibilidades de soluciones de apremio, se juega la gran final,  hay que ganar a huevos, no queda otra. No creo en presiones, solo en actitudes y compromiso, el resto son palabras diamantinas que adornan ruedas de prensa. La rabia se demuestra sobre el terreno de juego, venciendo la inseguridad del inicio de Liga y vacilante de los últimos  partidos. Voy a creer por una vez en los jugadores, no es por miedo, a estas alturas es lo que menos me preocupa. Soy consciente que van a reafirmar su convicción de profesionales, formando la simbiosis en el fenómeno humano-deportivo.

Fernando Vázquez habrá estudiado minuciosamente al rival, mentalizando  a sus jugadores, el partido hay que ganarlo, estar concentrados durante todos los minutos, sin dejar libertad a los creadores de la Real Sociedad y atando en corto a los realizadores. El dilema de quien puede jugar o el sistema a emplear, es un tema que debe resolver el entrenador. Vivamos la esperanza:  si, se puede.

El Club con más de ciento seis años de historia llega a la hora de la verdad suprema. Los profesionales del cuero deben dar todo lo que saben y más, hasta el último aliento, con sus goles, deben obrar el milagro deseado.

Con absoluta certeza, escribo por activa y pasiva, que los jugadores deben devolver a los aficionados lo que les han quitado durante la mayor parte de los partidos jugados en la presente edición de la Liga, por eso creo que los once que salten al terreno de juego van hacer un partido diferente, con garra, rabia e inteligencia futbolística para ganarlo. La imagen al final del partido no puede ser dramática. Después de tanto sufrimiento quiero una noche loca, que al final del partido el clímax se eleve mas que las nubes, embriagándome de deportivismo hasta que se duerma la noche. Quiero darme un baño de realidad en la fuente de Cuatro Caminos, punto de encuentro del deportivismo real, no el que se suma al carro de las victorias.

DEPORTIVISTAS DE FE Y CORAZÓN

Capítulo aparte merecen los abonados del Deportivo. Solo ellos con su dinero, hígado,  garganta, manos, músculos, paciencia, son los verdaderos motores del milagro. Fueron capaces de ilusionar cuando los tiempos pintaban bastos, apoyaron y creyeron que el Deportivo era mucho más que una ilusión, se aferraron a su sentimiento, a un escudo y a unos colores que representan el sentir de una ciudad. Es a ellos  y no al revés, quienes los jugadores deben hacerle un homenaje por su fe y perseverancia, jamás le dieron la espalda al Deportivo. El aplauso es para los miles de abonados que jamás apagaron su voz en el estadio de Riazor, aunque el resultado fuese adverso. Son idealistas, tienen arraigado en el alma un sentimiento especial, son grandes, por esa razón el sábado deben recibir lo que ellos llevan dando desde hace tiempo: ilusión y permanencia.

Las gradas se llenaran de colores blanco y azul. Las gargantas serán instrumentos musicales interpretando la melodía mas armoniosa jamás escuchada hasta ahora, la de los goles de la victoria. Un gol más que la Real Sociedad, es todo para los abonados.

TARDE DE TRANSISTORES

Como las de antaño con Enrique Mariñas, Triabe,  Manolo Castelo, José Antonio Martínez, Vilariño, etc.   Hoy son otras las voces:  Germán  Dobarro,  Marco A. Sande, Santi Peón, Pepe Torrente, Omar Bello, Jesús Sobrino, Andrés Vieites, Javi Torres, Mario Durán, Susana Falcón, Alberto Gómez,  Pepe Rodríguez, Fran Hermida, Pablo Muñoz, profesionales que narrarán lo que sucede en los campos donde se juega la permanencia. Solo falta la voz de Adrián Candal, seguirá el partido desde EE.UU, vía Internet, buen profesional y amigo. Galicia en Goles-Radio Galega-hará un despliegue especial, allí estaré. Será tarde noche de locutores de radio, como sucedía en mis tiempos de principiante. ¡Qué grande es la radio! Con días como el del sábado, merece la pena esta bendita profesión

jueves, 23 de mayo de 2013

Preludios de la gran final

No sé si vivimos en el país de los idiotas, Peter Pan, Alicia o en la barriga de la ballena que se tragó a Jonás. El Real Club Deportivo de A Coruña se juega el partido más importante de los últimos cincuenta años y el tema estrella de la semana es el comportamiento de Nelson Oliveira cuando metió el magnífico gol e hizo un gesto reprobable a los aficionados.  El fútbol se juega  cada siete días, quien hoy es un villano, el próximo partido puede un héroe. Todo a su debido tiempo, ahora es momento de sumar sinergias para encarar los dos últimos partidos. Aunque los aficionados no meten goles, eso corresponde a los jugadores, son el motor del resurgir del Deportivo. Dejémonos de milongas, ni de catedráticos pontificando cuales vulgares papanatas, que si el Málaga es débil por esta banda o por la otra, lo mismo hicieron en la previa contra el Real Valladolid y los tres puntos quedaron en Pucela. Demasiado bocazas ejerciendo de entrenadores con amplio autoparlante-hay que tener cuidado con vocales y consonantes-mediático, para lucimiento de bobos e incultos.  El fútbol es un fenómeno social y un negocio, donde la Prensa ejerce un papel importante. Los “críticos” deportivos, igual que el resto de los especialistas,  somos personas enteradas en mayor o menor medida de lo que se cuece dentro y fuera, para eso nos pagan, exponemos nuestro honrado criterio sin maniqueos ni manipulaciones, aunque es cierto que en fútbol, es difícil tener una objetiva imparcialidad. Los impulsos emocionales, a mi me sucede con el Deportivo, juegan un papel importante a la hora de analizar algunos lances del partido, mi encendido entusiasmo no me permite tener siempre objetividad, afectado quizás por  misteriosos registros emotivos.

Son muchas las cuestiones a analizar cuando finalice la temporada, incluso conocer si entre ellas  el Deportivo es viable o no, sin milonguear con el número de abonados, dada la intolerancia de algunos acreedores.

Me he llevado una agradable sorpresa cuando me entero que el Deportivo era subscritor de La Voz de Galicia, dejó de serlo por un auto del juez de lo Mercantil. Tenía la plena convicción que, dada la guerra cainita entre las partes, tal suscripción hubiese sido cancelada por el presidente. Más de sesenta años de matrimonio, que la Justicia rompió para evitar gastos superfluos.  La Voz de Galicia no se compraba en las empresas del Deportivo y sin embargo, no faltaba en la Plaza Pontevedra. El respeto por parte de la entidad Centenaria, a lo que representa el medio de comunicación en la sociedad gallega, quedó patente ayer. Supongo que como yo, muchas personas habrán pensado lo mismo, que Lendoiro había mandado suspender la suscripción.

No voy hablar de la situación institucional, ni del craneoteco que en el “ambigú” del Mundo del Fútbol se le ocurrió poner el día de la fiesta del fútbol base, precios de cafetería con amplias vistas a la mar de Riazor y Orzán. Flaco favor le hacen al Deportivo y por ende a su presidente, los que de hostelería saben lo justito.

El domingo  antepenúltimo partido, puede decidir una Liga y el devenir de una entidad con más de ciento seis años de historia. Seria acojonante conseguir los tres puntos en Málaga, el éxtasis correría por A Coruña como si se tratara de un bacanal romano, agarrándose racimos de apasionados aficionados a las ubres de la salvación. El equipo debe salir desde el inicio a por los tres puntos, que no suceda como en Pucela, los jugadores  solo gastaban fuerzas en temblar, un temblor agónico que contagió en las gradas a los miles de aficionados que se desplazaron a Valladolid. El pasado domingo contra el Español vimos a un Deportivo-jugadores-con garra y ganas de revertir la situación y llegar vivos al partido que jugará el equipo el domingo. Hay vida y esperanza, la fe se da por descontado.

Es momento de soñar sueños sosegados, de pensar en Deportivo, que se puede conseguir la salvación y todo gracias a Fernando Vázquez, ha devuelto la ilusión a los aficionados y salvado el culo  a más de cuatro. El Deportivo concita apasionados sentimientos, sobre todo en la juventud, son el futuro, por ello quieren que el equipo juegue el próximo año en Primera División. Se lo deben los jugadores.  

jueves, 16 de mayo de 2013

Un cuento….casi chino, escrito en A Coruña

Un cuento….casi chino, escrito en A Coruña

La noche pasada  para que se durmiera mi hijo pequeño, tuve que leerle un cuento. Escuchaba el niño con suma atención, el efecto era el contario al deseado, la historia iba “in crescendo”, aumentaba paulatinamente el interés de mi hijo y el bueno de Morfeo, curioso él, también se acurrucó para escucharlo. No había buenos ni malos, solo idealistas que ponen garganta y dinero, personas con ilusiones, anhelos, fe, esperanzas, permanencias. Dos protagonistas: Blanco y Azul. Blanco es la espuma que forman las olas bramando contra las rocas los días de temporal, luchando para salir fuera de la escollera e inundar la ciudad, como están inundando las ilusiones de miles de personas, once caballeros que cantan la misma milonga siempre: Mientras los números no digan lo contrario, nosotros vamos a luchar hasta el final. Yo les creo, aunque en Valladolid mi fe se fue por el inodoro. Hoy tengo la esperanza de que aquellos que han borrado mi fe, reviertan la situación el domingo. Quienes no tienen fe son las porterías del equipo contrario, ni los árbitros que se dedican a restar una suma que llega tarde. La emoción tiene precio alto, creo que demasiado alto. Dejar para septiembre lo que no se aprobó en junio, solo los mediocres son merecedores de tan digno premio. Claro que se puede. Si, se puede. Solo es necesario apretar en el escroto un huevo contra otro, pero con sumo cuidado, no vaya ser que salga humo como si estuviesen quemando leña verde. Perdón, me olvidaba del cuento, lo escrito hasta ahora era mera casualidad con una triste realidad que, de no ganar el domingo, por muchas cuentas de la embarazada o lechera que se hagan, estas no tendrán valor alguno. Mientras hay vida, hay esperanza, dirán los caballeros que lucirán mis colores. Ganar y ganar. Buen título para el cuento. A un protagonista ya lo conocemos, Blanco. El otro, Azul, es el color del cielo, de la verdad suprema, no es otra que el compromiso de cumplir todos su trabajo con profesionalidad. Me voy de del cuento. Cachis, el amor a los protagonistas, Blanco y Azul, provoca algún que otro dislate en mi cerebro.

GANAR O GANAR

Frente a la mar brava donde la espuma es blanca impoluta, refulgente, como la gente que vive en la ciudad del ascensor de San Pedro. En la parte norte de la península de la ciudad fundada por una sirena, varada en la playa de San Amaro hace cientos de años, está enclavada una torre que es torre y escudo de la ciudad, mirador sobre la mar, ultimo adiós de Breogán. Fiel vigilante desde su puente de cristal, con cuatro ojos, como cuatro Polifemos gigantes, otearán blancos y azules en la tarde del domingo. Los nervios estarán a flor de piel, la mar querra estirarse para ver mejor y el corazón de los aficionados en en puño, como si fuese un saludo proletario.

Los gladiadores hijos de Hércules, se engalanarán con los colores de la profesionalidad, para combatir en una de las batallas más importantes de todos los tiempos. Antes de salir al césped recibían la ultima arenga de Potter:

-Dende o inicio debedes ir a polo combate, hoxe máis que nunca hai que gañar ou gañar, outro resultado sería deixar baleiro o tarro do bálsamo, esta ferida só cúrase cunha vitoria. A por eles
El capitán, con voz de canario flauta preguntó:

-¿Como debemo jugá?.

-Como sabedes coño, como sabedes. ¿O xa se vos esqueceu o que aprendestes?.

-No Potter. Fue la respuesta ovejuna, sin fuente.

-Esa é a clave, xogar como sabedes, todo irá ben. Pensade nos seareiros, merecen un esforzó, facelo por eles e pola historia do Clube.

-Lo haremos Potter.

-Tedes que comelos.
El chungón de turno dijo.

-Son las cuatro y veinte, será merendarlos.

-O carallo. Comelos ou merendalos da igual, o caso é gañar para ter posibilidades de salvar a categoría.

Los ojos de la Torre se miraban unos a otros. ¿Resucitó el espíritu tribunero de Caparrós?, se preguntaban entre sí. De Riazor llegaban los sones de los clarines anunciando el comienzo de la lid. Cinco en punto de la tarde, hora que debe marcar la resurrección de la dignidad. Los gladiadores enfilaban el callejón para salir al campo y luchar por la victoria.

Quede absorto en pensamientos. El niño al ver que no hablaba preguntó:

-¿Y qué pasó papá?.

-El domingo a las siete menos diez te contaré el desenlace. Espero que como los cuentos, el final sea feliz. Tres puntos para seguir soñando que, aún podemos soñar, de no hacerlo, la pasión y sentimiento dormirán en soledad.

jueves, 2 de mayo de 2013

El Deportivo ayer a la deriva, hoy estabilizado

El visitante del sábado es nada menos que uno de los equipos grandes de España, Atlético de Madrid. A las diez de la noche se alzará el telón de un espectáculo sublime, sobre todo por lo que puede significar el resultado al final del partido. El patio de butacas, gallinero y el resto de las localidades, presentarán al mejor espectáculo en tiempos de crisis económica y política, de una entidad que lucha en dos frentes: mantener la categoría y la viabilidad. Los deportivistas son el mejor activo del Club, así lo reconoce el administrador concursal y el presidente, apelan al sentimiento para fortalecer sus posturas. El equipo madrileño tratará como todos, de llevarse los puntos de Riazor, les vas a costar conseguirlo, los deportivistas están en la línea ascendente. A pesar de los dos últimos empates, los jugadores y entrenador van cogiendo el ritmo de la salvación. El Deportivo ya no navega a merced de las olas en una mar en calma, aunque un golpe de mala fortuna puede hacer bandear el barco a babor o estribor. El equipo debe manejarse por sí mismo y no confiar en la suerte de conseguir el Riazor un resultado rácano-empate-y por los pelos, la victoria es el único resultado válido, para ello deben trabajar elaborando como lo hicieron contra el Betis un juego más que aceptable y rezar para que la Virgen del Rosario enderece unos centímetros la bota de Riki. Los casi goles no puntúan, ni las ocasiones de conseguirlos, hay que materializar sin compasión las ocasiones y lanzar a puerta cuando la ocasión lo requiera.
Las gradas estarán a tope, debe ser una noche de alegría desbordante, de júbilo, los jugadores se entregarán en aras de conseguir los tres puntos. En A Coruña existe una simbiosis perfecta entre afición-equipo-club, jamás permitirán los aficionados que se utilice al Deportivo para intereses espurios por esa razón, los jugadores están ávidos de ofrecer a sus incondicionales lo mejor que llevan dentro, mimbres tienen más que suficiente para demostrar, a pesar de las importantes bajas en el once inicial, que hay que contar con el Deportivo el próximo año en Primera División.
Como en Fuenteovejuna, todos a una, animando incluso en los momentos difíciles del partido para que, los jugadores noten en cada momento el aliento de un público entregado a la causa de la permanencia y llevarlos en volandas a realizar, si no el mejor, sí uno de los mas emocionantes encuentros de la temporada por lo que conllevan los tres puntos en litigio, ganando en moral y confianza en si mismos.
Fernando Vázquez, Manuel Pombo, Macario, Franganillo, Sambade, Suso, Javier, plantilla, Consejo de Administración y empleados del club, al igual que los deportivistas, son consientes de la importancia del choque ante el Atlético de Madrid y van a poner toda la carne en el asador para que esa simbiosis sea, una vez mas, el eje sobre el que gira la consolidación del equipo en Primera División, después de un año en el pozo de Segunda División.

DEPORTIVO: UNICO INTERÉS
En estos momentos en los que se esta jugando el devenir del equipo más representativo de Galicia, debe reinar la sensatez y no caer en cuestiones manipuladas en su verdad, que nada tienen que ver con lo meramente deportivo, para convertirse en dislates tabernarios que tanto daño están haciendo a la imagen del Deportivo.
El divorcio entre Consejo de Administración y Administración Concursal jamás deberá consumarse por el bien de la entidad, deben sentarse las partes y hablar cara a cara, sin mediar factores exógenos, ni manipuladores de la verdad. Hoy el presidente se llama Lendoiro, antes estuvieron González, Yañez, Corzo, Cebrián, etc., mañana cualquier accionista podrá acceder a la presidencia del Deportivo, sea quien sea, tendrá el apoyo de los accionistas si lo hace bien, de lo contrario, se lo retirarán. Los presidentes pasan y la entidad permanece. Los accionistas no quieren participar en guerras cainitas ni en manipulaciones interesadas. En el accionariado hay persona de todas las tendencias políticas y religiosas, con los más variados criterios, sin embargo, les une un mismo denominador común: R C Deportivo de La Coruña