jueves, 3 de enero de 2013

Año Nuevo…..puntuar es lo que importa

 Leoncio Calvo y Calvo, de profesión peluquero, comentaba en su barbería-profesional de la vieja usanza, quiere que se le llame barbero-que Oltra murió con las botas puestas, fiel a su estilo de juego, mejorado en los dos últimos partidos, sobre todo contra el Español, aunque el resultado no fue el enterrador que comenzó a cavar la tumba del entrenador. Los desafortunados comentarios de Antonio Sanz-Grupo Bahia- desenterrando el hacha de guerra entre dos empresas dedicadas a la mediación futbolística. Decía el barbero mientras mi cuello era acariciado por su afilada navaja, cuando me afeitaba: Si viene Guardiola a entrenar al Deportivo, ¿crees que sería capaz de hacer milagros?, son mayorcitos para aprender a jugar. El futbolista es como el simpático en las fiestas, los hay de botella o de nacimiento. Profesionales del balón, unos nacen con características especiales, tocados de la mano de Dios, perfeccionando su técnica por los entrenadores y a otros les dura la técnica lo que, los efluvios etílicos a los simpáticos de botella.

Lo que fue la temporada pasada con final feliz y glorioso con el ascenso de categoría, se volvió agria en los principios de Liga, a tenor de los resultados, aunque la salvación está a tres puntos. Es cierto que en fútbol tanto las circunstancias no demuestren lo contrario, entre dos contendientes que juegan, uno gana y el otro pierde, salvo empate. Los resultados favorables son el alma de un equipo, el fútbol cuando la soga aprieta, los conceptos futbolísticos quedan relegados a último lugar. José Luis Oltra fue víctima de la dictadura de los resultados, me gustaba su apuesta futbolística, ahora discutida, sigo diciendo que a él solo le corresponde un 33% de la culpa, repartida entre todos los que cobran del Deportivo. Demostró en todo momento que es un caballero, independientemente de sus “enfados” en las ruedas de prensa. Se fue como un Quijote, sin lanza en ristre, ni abatiendo molinos de viento. Me he equivocado la temporada pasada con el juego del equipo, rectificar es de sabios, hemos visto fútbol en Riazor, aunque ahora muchas personas negarán la evidencia, entre ellos los ventajistas. Gracias José Luis Oltra por el ascenso, por ser fiel a un estilo hasta el final y sobre todo, por tu hombría de bien. Es el primer entrenador del Deportivo, de la era Lendoiro, que se va con elegancia, asumiendo su cuota de responsabilidad, sin lanzar mierda a nadie.

Comenzó con la llegada del 2013 una nueva etapa futbolística en el Deportivo. Domingo Paciencia es un entrenador avalado por su trayectoria profesional, con más luces que sombras. Le espera un largo y difícil trabajo, reinventar al equipo. Domingo Paciencia conoce a la plantilla, sobre todo a los jugadores portugueses, sabrá sacarles su máximo rendimiento. Era obvio que dada la situación en la tabla clasificatoria, el equipo necesitaba un revulsivo, en esta ocasión llego con el cambio de entrenador, aunque supongo que vendrá acompañado de algún fichaje. Se ha comprobado que los aficionados desean salir del brocal del pozo, el apoyo al nuevo entrenador es total e incondicional, hay que dejarlo trabajar, sin presiones. Las valoraciones se harán en función de los resultados, es el peaje que todos los entrenadores deben pagar.

Los aficionados más ortodoxos estarán atentos a las composiciones de los onces, creo en las palabras del nuevo entrenador, pondrá a los jugadores que considere mejores en cada momento para ganar partidos, sin mirar la nacionalidad. Lo que realmente importa a partir de ahora serán los puntos, el resto hay que dejarlo para mejor ocasión.

Sería un error establecer comparaciones entre uno y otro “mister”. Aunque sea por propia conveniencia, los entrenadores por aquello de: “el interés bien mirado empieza por uno mismo” componen el once inicial de cada jornada con los jugadores que considere más idóneos. Que no quepa la menor duda a nadie, que quienes tienen que ganar los partidos metiendo la “bolita” en el arco rival y frenar los ataques del contrario son, en tanto no se demuestre lo contrario, los que se visten de corto. ¡Otro gallo cantaría si el público o el entender pudieran bajar al terreno de juego a rematar un córner, o corregir el fallo del defensor de turno!.

La culpa de todo lo que sucede en el Deportivo la tienen la biocenosis y los biotopos, o sea, el ecosistema del vestuario. Los jugadores pertenecen a la comunidad biológica del lugar y de los factores físicos y químicos que constituyen el ambiente abiótico. Al "ecosistema" siempre le llamé vestuario o caseta. Son los modernismos aplicados al vocabulario futbolístico. Dejemos las milongas para mejor ocasión, creer otra cosa es engañarse de “motu proprio”, así que, oído al parche, que salga el número tres y este debe ser al que jugaremos el sábado contra el Málaga.

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