Se avecinan nuevos tiempos, no sé si mejores o peores, serán los acontecimientos los que marquen el paso del devenir del Deportivo, que no necesita cortinas de humo y si más seriedad. Soy optimista por naturaleza, sin embargo, hoy veo el chapapote del Prestige azotando el litoral del sentimiento, espero que no sea el del olvido, o el del hundimento. El equipo va de último con doce puntos y la Concursal pendiendo, como la espada de Damocles, sobra la cabeza de los deportivistas. En este “menage a trois”, Consejo de Administración, cuerpo técnico y jugadores, nada está resuelto, el brocal del pozo de Segunda División comienza a destaparse, por esa razón la unidad sin fisuras es más necesaria que nunca. A la hora de escribir este artículo, no sé si Oltra va a quedase en el banquillo hasta recibir al regalo de los Reyes Magos, o será cesado, aunque conociendo la manera de actuar de Lendoiro, creo que el partido que jugará el Deportivo contra el Málaga, será el punto de inflexión para su continuidad o no. Los capitanes apoyan a José Luis Oltra, como así se lo hicieron saber al presidente, son conscientes que pueden salir del pozo.
He mostrado mi desacuerdo en muchas ocasiones con la actitud del presidente o del entrenador. Sé que más de un adestrador se quejó de lo que escribía al director, no concebía que un periódico del Club, pudiese censurar actuaciones que no concordaban con la manera que tengo de ver las situaciones deportivas. Otras personas, como los buenos comedores de Cohíbas de entrecot, llamaron al presidente para decirle que lo que escribía era mentira. Que yo sepa, ninguno de los jetas, vividores, comedores, cobradores de dietas y kilómetros me llevó al Juzgado, ni el presidente que fue de la Federación Galega de Fútbol, Julio Meana, ni el actual, José García Liñares, tanto monta, monta tanto, el uno y el otro en gestión deportiva. Son muchas las anécdotas, necesitaría las páginas del periódico para reseñar las más importantes. No es una despedida, quizás la nostalgia de estas fechas se ha apoderado de mi a la hora de escribir
Creo firmemente en Augusto César Lendoiro cuando dice que el Deportivo es viable, aunque añado: en Primera División. Me gusta el bullicio, por esa razón no entiendo la voz de los silencios del presidente, no es buen augurio, el centinela debe estar siempre alerta para decir la verdad a quienes creen en su persona, jodido es cuando los mitos, como las estatuas de barro, se derrumban. Espero y deseo que el abogado responsable de llevar adelante el Concurso de Acreedores tenga luz y capacidad suficiente para que, el barco llamado Deportivo, una vez pasada la marejada, se ciña a buen puerto.
La situación actual, por mi forma de pensar y ser muy crédulo, genera dudas. El Real Club Deportivo de La Coruña históricamente ha sido maltratado por personas que hicieron carrera social y económica a costa del equipo de “sus amores”, por esa razón, en la actualidad, lo que menos necesita el Deportivo son maltratadores mesiánicos. Más de cien años de historia incardinada en una ciudad. Después de la torre de Hércules, el Deportivo es seña de identidad de una ciudad alegre y fina, que siente el color azul y blanco con devoción, por esa razón, hoy se viven horas amargas por la situación deportiva y económica, aunque esta última, según el presidente, no corre peligro. La época más brillante es la del mandato de Augusto Joaquín César Lendoiro, se consiguieron logros impensables, nadie podrá discutirlo, aunque habrá quienes, por intereses espurios, en la balanza pondrán la parte negativa. Si muchas de las personas que sufrieron durante la etapa de equipo ascensor, si hubieran podido ver la cota que alcanzó el Deportivo, no lo creerían, seguramente que muchos la seguirán desde el balcón níveo del Cielo. Lo de que A Coruña es diferente, no cabe duda, cuando se refiere al fútbol, es acertada la frase. Se ha demostrado que el equipo descendido a Segunda División, la llamada de Lendoiro pidiendo “Fe”, ha sido incondicional por parte de miles de personas. Son los aficionados los que no deben permitir que nadie juegue con sus sentimientos. El Deportivo no es la Universidad de la Quimera, ni el responsable de negociar en nombre del Club debe ser un Don Quijote, conocido el personaje de Cervantes como “el divino loco”. En breve comenzará para el Real Club Deportivo de A Coruña la verdadera “Operación plátano
Lo que me importa y afecta, es el Real Club Deportivo de La Coruña. De ilustres locos y cara duras está el mundo lleno. El Depor es de Primera y así tendrán que demostrarlo, jugadores entrenador, Consejo de Administración y aficionados.
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