domingo, 2 de junio de 2013

Lendoiro debe hacer las maletas


El día después cuando el enfado y decepción  por el descenso es mas suave, permite hacer alguna que otra reflexión para analizar la temporada de la llamada eufemísticamente, “Operación plátano”. Finaliza un ciclo, el de Valerón y el presidente Lendoiro debe hacer las maletas y dejar el sillón a quien se crea con la suficiente capacidad mesiánica  para salvar al Deportivo. Supongo que alguno o algunos de los accionistas  que, en las Asambleas amagaban con denunciar en el Juzgado lo que allí se hacía, según ellos, conculcando la legislación vigente, tendrán que dar un paso al frente y presentar un proyecto creíble. Hubo algún que otro conato de reunir acciones para tumbar a Lendoiro, fracasaron. Si un hombre con carisma en la ciudad y que sepa lo que es ser presidente de una SAD, quiere  ser presidente del Deportivo, lo tiene fácil.  Ahora el momento, la decepción por el descenso es tremenda entre los accionistas, peor que la aciaga tarde  que nos la jugamos contra el Valencia.
He defendido y defenderé a muerte el trabajo que hizo durante años el presidente Lendoiro, sin él, la historia del Club no se hubiese escrito en letras de oro en la historia del fútbol mundial, ni el Deportivo llegaría a ser Super. El homenaje que quiere hacerle a Valeron, debería ser compartido entre ambos, jugador y presidente, para que los abonados y simpatizantes pudieran darle el ultimo aplauso a las dos personas más importantes que han pasado por el Deportivo en los últimos veinticinco años. Lendoiro fue el mejor presidente del Deportivo y de momento sigue siéndolo.  
Es conveniente repasar un poco la historia del Real Club  y veremos que el Deportivo  sirvió de tapadera para realizar operaciones oscuras durante años. A Lendoiro, de momento,  no se ha podido demostrar que metiera mano en la caja. Dije en una ocasión que creía en la honradez del presidente y sigo creyendo que es una persona cabal.  El Deportivo fue un “chollo” para empresarios y “gente bien“ de la ciudad durante muchos años, eso lo saben los periodistas que aún quedan vivos de aquella época. Si hay alguna duda, papeles hay dabondo para demostrarlo. Seria jodido para mí-personalmente tengo aprecio por su persona-que Lendoiro fuese el último enterrador, su epitafio no puede ser: Augusto Cesar Lendoiro fue  el mejor presidente del Deportivo  y el último enterrador. No sería justo, aunque debe dimitir, es demasiado pesada la losa que tiene encima para que pueda continuar al frente de la entidad coruñesa.
Los tiempos cambian y los tabernarios que en tiempos revueltos encontraban soluciones para la continuidad del Deportivo, tienen la oportunidad de dar la cara y ponerse<al frente de un proyecto, de no hacerlo, como en las bodas, que se callen para siempre. Creo y no me equivocaré que será Lendoiro el que continúe al frente del nuevo proyecto a medio plazo, liderado por Fernando Vázquez, claro que el adestrador pondrá condiciones y libertad para trabajar. Aunque esto sucede, sigo pensando que finalizó el ciclo de Lendoiro y debe irse para casa, dejando un sustituto en el cargo, lo que tengo dudas es que si alguno de los accionistas serios y responsables, no un tabernario,  se pondrá al frente,  los más de ciento cincuenta millones de euros de deuda asustan a más optimista. Los administradores concursales por activa y pasiva dijeron que el Deportivo era viable. Lo tiene fácil el accionista que decida ser presidente, contará con el apoyo de los empresarios de la ciudad, instituciones, prensa, etc. Otra cosa es cuando llegue el momento de las realidades,  dar lo que se prometió. Tengo serias dudas que si el presidente es otra persona, que  cumplan las promesas dadas.
Sigo pensando que Lendoiro finalizo su ciclo como presidente, supongo que mientras  el Juez del Concurso no diga que debe cesar en el cargo, nadie dará el paso al frente. Otra cosa es si es cesado, aparecerá un salvador.
Si continúa en el cargo Lendoiro, recibirá más leña mediática que la que se corta en un aserradero, es buen encajador de golpes bajos, sabrá sestearlos. Si no aparece el mesías prometido,  habrá que ayudarlo y apoyarlo para hacer un Deportivo sostenible y creíble con un proyecto a medio plazo para subir de categoría en el menor tiempo posible y hacer que el equipo no se convierta en ascensor, como en tiempos pretéritos.
Sobre el debate deportivo del Deportivo, habrá tiempo más que suficiente para hablar y comentar.
Lendoiro dimite si hay un sustituto para ser presidente. Lo realmente jodido es que la única persona que puede reflotar al Deportivo  es el actual presidente, con la ayuda de los accionistas, abonados y sobre todo, con la de los administradores concursales.

 

    

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