jueves, 13 de junio de 2013

Tótum revolútum’, o sálvese el que pueda


 
De memoria hablan muchos tipos sin consultar el libro gordo de Petete, o lo hacen de manera torticera, para lograr espurios intereses.  En el caso de las sociedades del Deportivo, conocer la situación real es tan fácil como ir al Registro Mercantil, gastar la pasta  y enterarse cuál es el estado  de las seis empresas participadas por el Club coruñés. No dudo de la honradez de la Administración Concursal, ni de su capacidad de gestión para llevar a buen puerto el Concurso del Real Club Deportivo de La Coruña, aunque el Juez que lleva el Concurso, en más de una ocasión, en sus autos les dio un tirón de orejas por no argumentar convenientemente la necesidad para el Deportivo del dinero embargado. Es obvio que se están devaluado las empresas participadas, sobre todo las que producen rendimiento positivo. Sirva como ejemplo de devaluación, un banquete.  Los padres de unos niños tienen  pensado celebrar la fiesta de la  Primera Comunión de sus hijos en el Playa Club, al enterarse que puede cesar la actividad, van a las oficinas y piden la anulación del banquete. Es obvio que la Administración Concursal, si entiende que debe deshacerse del Playa Club por no ser rentable, lo normal sería potenciarlo para obtener mejor beneficio en el supuesto cambio de concesión. La frialdad de los números está poniendo en jaque muchos puestos de trabajo, algo inaudito en tiempos de crisis. La confusión es cada vez mayor, dependiendo de intereses así se manifiestan las partes aunque “el libro gordo de Petete” jamás miente.

El claro exponente de la confusión es el comunicado del Deportivo donde contradice el apartado primero de los Razonamientos Jurídicos,  párrafo 3 del auto emitido por el Juez de lo Mercantil Nº 2, con fecha 11/06/2013:  “Las filiales constituyen un peligro potencial para la masa activa de la concursada. La restricción de pagos de la concursada a sus filiales puede agravar su situación y repercutir en la propia concursada. Es incluso probable que alguna de las filiales se encuentren en situación de insolvencia -es muy significativo el hecho de que, según la administración concursal, la información disponible en el Registro Mercantil muestra que el último ejercicio de que se informa haber sido depositadas las cuentas anuales es de 2010, excepto de una de ellas, que es de 2009”.

El comunicado del Deportivo emitido el martes, en su apartado 3 dice:  “Al parecer (ya dijimos que no conocemos el escrito, porque no se nos ha facilitado) la motivación de esta decisión estriba en que los administradores concursales no conocen la situación patrimonial de las empresas filiales por cuanto estas no han depositado sus cuentas en el Registro Mercantil desde el año 2010 y una de ellas, no sabemos cuál, desde el año 2009. Y de esta falta de información provocada por la no presentación de las cuentas se deduce que son "un peligro potencial". Pues bien, tal afirmación es sencillamente falsa de toda falsedad; las cuentas de las empresas participadas correspondientes al ejercicio 2011 están TODAS presentadas en el Registro Mercantil y de las cuentas de 2012 los libros han sido diligenciados en el Registro Mercantil, salvo en el caso de Ediciones Deportivas Gallegas, aún cuando el plazo finaliza en el mes de julio de 2013”. La confusión está servida, o se ha confundido la Administración Concursal en sus escritos al Juez, o el Real Club Deportivo de A Coruña no ha entregado las cuentas edn tiempo y forma en el Registro Mercantil. Si lo dicho por el Deportivo fuese cierto, la A.C. podría estar incurriendo en un posible delito de falsear documentación.

 Un hecho significativo fue el cambio de Administrador en julio de 2012, en la sociedades del Deportivo-Augusto Joaquín Cesar Lendoiro no es el Administrador de las empresas, ni lo fue anteriormente al cambio- Para ser efectivo dicho cambio, las empresas tienen que estar al día en sus obligaciones formales, incluidas las del Registro Mercantil, de no ser así, no admiten el cambio de titularidad de Administrador si hay cuestiones pendientes por despachar. El lio está servido, no sé si se tomará en frio o caliente, quien sale perjudicado con todo este maremágnum son los trabajadores y el Deportivo, que puede entrar en disolución si los ánimos no se aplacan.

 

 

NOTA: La Administración Concursal del Deportivo, en un comunicado quería justificar la chapuza, alegando cuestiones que ni los lectores del TBO se lo creerían.

 

 

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