jueves, 7 de marzo de 2013

Se acabó el cachondeo, el Deportivo por encima de todo

Van pasando las jornadas de Liga y el tiempo se agota para el Deportivo, sin embargo, los jugadores cantan el mismo estribillo: Podemos mantener la categoría. Si se comportan como profesionales, aún están a tiempo de revertir la situación. Los hados ayudan al equipo, no permitiendo distancias insalvables entre los que al final van a luchar por una plaza para salvarse. 

Hace una semana la Liga para el Deportivo comenzaba contra el Rayo Vallecano. Hoy se dice que si ganamos pasado mañana al Barcelona, reforzaremos la moral. La liga, para bien o para mal, más bien mal, comenzó a fínales del mes de agosto. Los resultados llevaron al equipo a ser el farolillo rojo, por carecer de juego y actitud. Se han realizado dos cambios de entrenadores, más de lo mismo, se trataba de hacer borrón y cuenta nueva y a tenor de lo visto, alguien debe entonar el “mea culpa” y no son otros que los jugadores. La Liga comienza al inicio de cada partido y finaliza con el mismo, ninguno de ellos se parecen entre sí, por esa razón hay que jugarlos con intensidad, convencidos que son mejores que el equipo contrario. Desde el pasado sábado, los aficionados más exigentes no perdonarán nada a los jugadores. Haciendo un balance de la situación la calificación es de suspenso bajo, bueno, un poco por encima del cero. Lástima de las oportunidades perdidas y de puntos no conseguidos, el del pasado sábado tiene sabor a Segunda División. Las caras largas de los aficionados al finalizar el partido jugado contra el Rayo Vallecano reflejaban la decepción por el viaje a la nada de dos puntos. El Deportivo hace tiempo que toco fondo por meritos propios, ahora nos aferramos a los partidos de “nuestra Liga”. Tópico que debe desterrarse, cada partido hay que jugarlo con mentalidad ganadora, no se puede saltar al terreno de juego con miedo y sin las ideas claras. Salieron el sábado preocupados por mantener la portería a cero, menos mal que la Virgen del Rosario, Pastoriza y Milagrosa, cada una salvaron un gol de tres ocasiones claras del equipo rival. A pesar que en la segunda parte mejoraron un poco, siguió siendo bastante mediocre el juego del Deportivo. Los milagros en fútbol no existen, es la actitud y profesionalidad de los jugadores lo que hace que se ganen puntos. Defendí que el Deportivo tenia suficiente plantilla y calidad para hacer un papel digno en la categoría, hoy tengo serias dudas que sea realidad lo que pensaba a principio de temporada, esta plantilla tiene al Club en el último puesto de la tabla clasificatoria, solo cabe pensar dos cosas: o son mejores el resto de los equipos, o la plantilla del Deportivo no tiene tanto talento como pensaba, están sumidos en un pozo que solo los mediocres caen en él. El sábado el rival se llama Barcelona, juega en su feudo. Aviados vamos si los jugadores viajan con la idea clara de que el equipo catalán es superior y no hay nada que hacer. Es fútbol, un juego en el que puede pasar de todo, incluso ganar el Deportivo

Lo mejor del Deportivo es la afición, ellos creen que aun se puede conseguir la permanencia, otros se han resignan a lo peor y sin embargo, no cesan en su apoyo a unas personas que no les devuelven lo que ellos entregan, que es sacrificio y sobre todo, ilusión. Los jugadores del Deportivo deben tomarse la situación en serio, los aficionados están respondiendo con demasiada paciencia. ¡Que no se cansen!. El estribillo de los jugadores cuando hablan de los aficionados es siempre el mismo: ganaremos por ellos. Joer, la noticia será cuando ganen de verdad.

CENTENARIAZO

Ayer se cumplieron once años de una hazaña jamás imaginada. Los hijos de Hércules amargaron la fiesta al señorito merengue de la capital del Reino. Reunidos todos los trofeos del Real Madrid, al peso no tienen la importancia del único que se juega cada cien años. La historia del equipo modroñero tiene un lunar, los ortodoxos del madridismo no le perdonan al Real Club Deportivo de A Coruña que en su Trofeo lo llevara a la ciudad coruñesa. El cordero del Noroeste se comió al oso del madroño, algo jamás imaginable. Un equipo que hoy libra la batalla por la pervivencia, escribió con letras de oro de su historia una gesta inolvidable. En los tristes momentos que toca vivir, el deportivismo tiene que estar más unido que nunca, somos necesarios todos en esta calvario deportivo e institucional, sin fisuras se puede salir, costará Dios y ayuda, nadie que sienta al Deportivo debe bajar los brazos. Nada se consigue sin esfuerzo y sin dinero, el Club en época de bonanza todo eran aplausos y mirar hacia otro lado, ahora algunos abandonan la nave. El Deportivo es un sentimiento con una afición de Champions.

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