miércoles, 29 de agosto de 2012

¿Porqué Stuani no fichó en el Deportivo?





Propalan los todólogos del saber medíatico sobre el papel, ondas hertzianas, pantallas de ordenador to-do-lo que saben sobre el” affaire Stuani”: No hubo acuerdos entre clubes. El representante quería que fuese avalado el dinero que debería pagar el Deportivo. Y muchas milongas más, lanzadas al aire para que, algún cazador-aficionado-las abatiera de un certero disparo.
El jugador estaba en A Coruña para cerrar los consabidos flecos y estampar su firma en un contrato. Si no hubiese acuerdo verbal-total en las tres partes-es obvio que no viajaría a La Coruña, quien paga el viaje es el agente, no el Deportivo. Pasó reconocimiento médico satisfactoriamente. Llamó la atención del Director Deportivo, la forma dilatoria con la cual trataba de ganar tiempo el representante del jugador. Un “chivatazo” lo alertó del doble juego del agente: Deportivo y Español. Ayer por la mañana prácticamente estaba decidido el fichaje por los catalanes. Dos cenas-Coruña y Barcelona. Dos clubes-Deportivo y Español-y un solo jugador: Stuani. Creció el interés catalán cuando supieron que los galenos del Deportivo dieran el visto bueno a las pruebas médicas realizadas al delantero, el representante metía prisa a los periquitos, ofrecián mas miñoca. En suma, utilizaron la buen fe del Deportivo para presionar al equipo periquito. Quien piense que un fichaje se sustancia en un día, es que no tiene puta idea de fútbol. Los rivaldazos no se dan todos los días. El Barcelona se llevó a Rivaldo en el último suspiro pagando la cláusula de rescisión-4.000 millones de pesetas-al no prosperar las conversaciones entre clubes.
Antes de rubricar su pase a un equipo, los responsables del club que quiere ficharlo, suele mantener largas conversaciones con representantes, que como buenos mercaderes. ofrecen al jugador a varios equipos y se queda en que ofrece ventajas económicas, así será mas sustanciosa su comisión. Aunque existan acuerdos verbales entre club y representante, es papel mojado para los émulos de Ali Babá. Viene a demostrar una vez mas que, los jugadores son pelees en manos de quienes sin rascar pelota, se llevan la miñoca. Los jugadores también se dejan querer
Conociendo a Lendoiro un poco y creo que todos lo conocemos, nadie en su sano juicio es capaz de marearle la perdiz. No le gusta hacer el ridículo y si fuese, como propalan los todólogos, estaría haciendo el gilitonto. El presidente tiene muchos defectos, el de tonto, le viene largo.
Lo que queda del "affaire Stuani" es la burla que hizo el representante del jugador, de todos los aficionados del Real Club Deportivo de La Coruña. Utlizó al Club en beneficio propio, de manera torticera

1 comentario:

juan chenlo dijo...

Me parece a mi que este representante puede ir olvidandose de ofrecer otro jugador al Depor, Lendoiro es de los que sentencia