jueves, 22 de noviembre de 2012

Sentido, tranquilidad y puntos en Bilbao

Es refrescante leer en las redes sociales los pronósticos cabalísticos de los catedráticos de la palabra, se aprende de su sabiduría, sobre todo, cuando escriben: "Este año lo pasaremos fatal, no hay equipo, a final de temporada, descenso". Le pedí a mi madrina, la meiga que consultara la bola de cristal. Para el ceremonial cabalístico se vistió de pontifical, con traje de luces de colores, como las fachadas de los clubs femeninos de carretera. Sentados a media luz en la habitación de la magia potagia, escuche una voz misteriosa balbuceando estas palabras: “Acertaron cuando el Deportivo descendió de categoría, alguna vez el cántaro debía romperse, este año nos salvaremos antes de finalizar la temporada”. A mi madrina le quiero con locura, aunque acertar como pitonisa, uffffff, poco acierta, lo único real es que cobrar, cobra de carallo, más que un médico en su consulta privada. Cuando voy a su casa, llamo al petador de la puerta, aquellos de mano y bola, pregunta siempre: ¿Quién es? Su dote adivinatoria debería servirle para saber quién va a su casa, en esta ocasión voy a creerle, el Deportivo se salvará, para ello deberá jugar con once jugadores los partidos que faltan para finalizar el campeonato de Liga

El fútbol es un circo, igual que la parafernalia de mi madrina, se juega en un circo llamado estadio; aunque no romano, se asemeja bastante, los inquilinos ocasionales también piden cabezas o huevos de quien no combate con ardor. En el césped pelean once gladiadores contra once gladiadores, como escribió en uno de sus artículos de fútbol, el escritor coruñés Wenceslao Fernández Flórez. Los protagonistas cuando están sobre el terreno de juego, si manejan el balón con profesionalidad y criterio, convierten el fútbol en arte, es lo que quiere Oltra, aunque en una ciudad marítima debería ser un poquito amarrón, sobre todo, atar con nudo marinero el cabo del barco en el noray de Riazor, para trincar en buen puerto los tres puntos.

A Bilbao hemos de ir los de la banda, los de la banda, con porteros y defensas, a Bilbao hemos de ir con garantías de ganar. Es una versión libre de la canción de ir a Pamplona, aunque los únicos “plámpanos” son los aficionados. El Deportivo viajará sin defensa ni porteros a la ciudad del puente colgante, se avecina la auténtica revolución Oltra, llenará páginas y páginas en todos los periódicos del mundo, pasará a los anales de la historia como el único entrenador que fue capaz de salir a jugar sin jugadores en las mencionadas demarcaciones. Supongo, aunque desconozco en su totalidad el Reglamento de la RFEF, que para jugar un partido de fútbol, ambos contendientes deberán disponer de once jugadores, salvo que alguno de sus artículos diga que puede comenzar a jugarse sin portero y defensas, solo con seis jugadores. Si nos ganan con once, con menos cinco, nos vapulean los vascos, pues, son de Bilbao.

Las vacas del pueblo ya se han escapau, las de Lezama ven fútbol todos los días y no dejan de ser vacas, que no anden con bromas los todólogos, que es muy mal ganau. Ganar de tres puntos, no de ganado, es lo que tiene que hacer el Deportivo en Bilbao, José Luis Oltra, debería poner en el once inicial al joven canterano Pablo Insua, creo que es una buena opción, tiene criterio futbolístico e inteligencia. El entrenador milonguero del Athletic-amante de las milongas argentinas-no podrá contar con Aduriz, ante la presión de los católicos de la catedral, colocará a un referente especial en punta, campeón de Europa y del Mundo. Vuelve como el tango argentino, aquel cuya letra dice: “volver con la frente marchita..”, el deseado Llorente, aunque lo hará con la frente alta y la mirada en la puerta que defenderá Lux. El domingo, a la hora lorquiana por excelencia, cinco en punto de la tarde, sonará el silbato del colegiado anunciando el comienzo del partido, aunque sin portero ni defensas, será difícil ganar, pero no imposible.

Milongas, las menos, a ganar, riau, Riau

LOS AMIGOS DE LUKAS

El pasado viernes estuve en la presentación de los trabajos de mi amigo Lukas, en la sala de trofeos del Imperator. Quedé sorprendido del trabajo desinteresado de un hombre que suspira por el Deportivo. Me emocioné al comprobar el amor que pone en cada cosa que hace, las ideas que tiene y como las plasmó. Muchos amigos compartimos momentos especiales con Lukas, que aprovechó el acto para celebrar su cumpleaños, acompañado de Fina, su esposa. Dos tartas, una con el escudo del Deportivo y otra con la torre de Hércules inclinada. Todo un lujazo. Allí estuvieron Oltra y Alex Bergantiños, un chaval del barrio de la Sagrada Familia, ejemplo de sacrificio y perseverancia. Alex Bergantiños es el auténtico ídolo de los jóvenes deportivistas, por pundonor, profesionalidad y humildad.


Felicidades por el trabajo, amigo Lukas





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