Salvas de rey contra el Deportivo

 …Y los teléfonos del entresuelo del número diecinueve de la  Plaza Pontevedra, lugar donde está ubicada la sede social del Real Club Deportivo de La Coruña, suenan insistentemente. Empresas y particulares llaman al presidente para ofrecerle ayuda,  casi todos de tipo económico. El Club necesita del apoyo de los aficionados, que sienten el color azul y blanco en el alma. No es tiempo de tambores, ni de pintarse la cara con colores de guerra, se necesita reflexionar y dejar trabajar a quienes tienes la obligación de hacerlo. No han parado ni un segundo, elaborando la hoja de ruta para comenzar las negociaciones con acreedores, tratando de alejar  el fantasma del Concurso, aunque si llega, no pasa  nada. La próxima semana marcará el ritmo del trabajo. Se celebraron antes de anunciar la situación el presidente, tres reuniones con la Agencia Tributaria para intentar llegar a posibles acuerdos, volverán a celebrase, es obvio que el  Deportivo tendrá que ofrecer garantías de pago.

El Club es viable, así lo manifestó el presidente en su decálogo, otra cuestión serán las negociaciones que deben comenzar la próxima semana, para llegar a acuerdos importantes para ambas partes, acreedores y Deportivo. Se han encendido muchas alarmas, rojas casi todas, lo que provocó las llamadas ofreciendo lo que está a su alcance. Muchas empresas no sucumben a la presión mediática, será porque no están subvencionadas con dinero público, les interesa más el Deportivo, que las salvas al rey que están lanzando a la línea de flotación, de una entidad que, tiene más de ciento seis años de vida, son de pólvora sin balas. Augusto César Lendoiro es presidente desde hace algo más de veinte años, el Deportivo es  Centenario. Han pasado muchos presidentes en la larga historia del club coruñés, mañana, pasado, o dentro de unos días, meses o años, el presidente será otra persona. El Club si no lo joden intereses espurios, permanecerá en la ciudad  

El primer síntoma de esperanza,  es el dinero que ayer  recibieron los jugadores del filial, en pleno preconcurso, con las fuentes de ingreso embargadas. El responsable de finanzas del Club, de un ladrillo sacó aceite, aunque dicen que en el subsuelo del Mundo del Fútbol en  Abegondo apareció petróleo. Sin ánimo de polemizar,  pienso que fue la KGB la causante de los pagos a los jugadores del filial, enviando el tan cacareado oro de Moscú a la Plaza Pontevedra. Algún cerebrito extraerá conclusiones de la ayuda de los rusos al equipo coruñés, más concretamente de la KGB, no de la caja B

Es tiempo de unión, los charlatanes no tienen cabida en estos momentos, ni los papanatas, ni todólogos, ni los apóstoles de la verdad absoluta, son los aficionados quienes deben abanderar el apoyo al Deportivo, como lo hacen empresas que saben perfectamente lo que significa el Real Club  para La Coruña y Galicia. Lendoiro y su equipo de trabajo, a currar en silencio hasta que puedan ofrecer noticias positivas o negativas y los jugadores a currar sobre el terreno de juego, sumando puntos, lo demás, son puras milongas