viernes, 12 de julio de 2013

Mucha tropa quiere picar en el pastel blanco y azul.


 
El Real Club Deportivo de A Coruña es un gran pastel  en el que quieren picar todos aquellos buscadores de tesoros detrás del sillón sosegador de ilustres posaderas, para intentar rentabilizar su  negocio. Son como las moscas de la fábula de Samaniego. No entiendo lo que sucede con el Concurso de Acreedores del Deportivo, cada protagonista guarda bajo su carta la bolita del trile, al levantarla, desaparece. El Administrador Concursal calla, Lendoiro dice que no pasa nada y que hay guita en caja. ¿Donde está, se preguntan los trabajadores que llevan tres meses sin cobrar?  El cruce de  desacreditaciones, insultos, medias verdades, abarcan un amplio abanico, difíciles de reproducir por el espacio que ocuparía. La situación es más propia de viñetas de TBO, que de una situación real.  El desbarajuste es tan grande que, ni  Mortadelo y Filemón, con sus historietas de trileros y chapuzas, serán capaces  de entenderlo.
Desde el mes de enero se suceden noticias sobre el Concurso de Acreedores, unas son de rigor-autos del Juez de lo Mercantil nº dos de A Coruña-el resto es una escalada de batallas cainitas a tres y de intereses personales que  perjudican al Deportivo. No hay unidad de acción, quienes deben defender al Deportivo, se han convertido en vendedores de verdura vociferando a mandíbula batiente, creyendo que, por gritar sus alabanzas tienen más razón. Me recuerdan aquellos cánticos de las procesiones  matinales del Rosario de la Aurora: “el demonio a la oreja te está diciendo deja misa y rosario, sigue durmiendo…”Por la oreja, Lendoiro, Administración Concursal y otros protagonistas tratan de preñar a los deportivistas por la oreja. El último embarazo conocido fue la comida que tuvieron el Alcalde de La-A- Coruña y una representación de la Federación de Peñas del Deportivo. El tema principal, según uno de los protagonistas del ágape,  fue la romería blanquiazul a celebrar en el parque de Santa Margarita. Analizaron la situación con profundidad política del Deportivo, como también hablaron del futuro parto de los montes. El alcalde Carlos Negreira  no dispone de tiempo en su dilatada agenda para recibir a asociaciones para solucionar temas sociales  y si lo tiene para conocer cual es la fuerza social de la FPD.  Carlos Negreira es un buen alcalde cuando ejerce de gestor municipal, un mal jardinero cuando se mete en jardines ajenos, sobre todo cuando los comensales no representan a la mayoría de los dueños del Real Club Deportivo.
El tapado a ocupar la presidencia para el cual algunos accionistas tratan de reunir acciones, está más callado que un muerto, igual que el ladrillo. La confabulación para hacerse con la presidencia y ocupar los recaudadores con un sitial en el Consejo de Administración, existe, si no es así, ¿para qué me pidió un miembro de la Federación de Peñas del Deportivo, organización en un tiempo afín al beato Augusto, convertidos ahora en agitadores, envidia de aquellas células revolucionarias bolcheviques, las acciones?.La persona que quiera ser presidente que dé el paso de legionario, con un buen par plantados bajo el escroto y no maniquear.
El ejemplo de unidad se ha visto en San Sebastián, formaron una piña para que la Real Sociedad saliera del barullo en el que se encontraba. En A Coruña enzarzados en guerras  cainitas esperando la fotografía del presidente esposado. Si los encargados de reunir  las acciones necesarias para que tuviera sueldo Lendoiro lograron en su momento el objetivo, debería hacer lo mismo para cesarlo. Existe un problema, quieren que sea el juez quien lo cese, luego emergerán los resentido-con perdón de Reixa-y los salvadores. A saber. Desatinadas combinaciones de trile están haciendo  personajes que aparecen y desaparecen, diciendo en ocasiones chorradas en su desmesurado protagonismo en medios de comunicación. De todos los accionistas que han amagado en las Asambleas de Accionistas, con denunciar a Lendoiro por posible “fraude” en la elaboración de las cuentas, pasaron de largo por el edificio de la calle Caballeros,  ni tan siquiera el “ejército de salvación” pasó por el Juzgado. Fueron reyes mediáticos por un día, ahora los de siempre vuelven a cobrar protagonismo. No se enteran quien expanden su voz que, el Deportivo tiene miles de accionistas, no los cuatro resentidos de siempre. En veinticinco años solo una persona denunció a Lendoiro, el resto amagar  y la foto del día siguiente, para presumir en la taberna. Lo dicho, de comic, donde Mortadelo es el representante de la Federación. El tapado es Filemón y el profesor Bacteriano, el científico que está pergeñando el asalto a la presidencia del Deportivo. ¿Quién hará el superintendente Vicente? Supongo que será el encargado de descubrir en que carta se esconde la bolita del trile.
En toda esta historia  los deportivistas son meros espectadores de los manejos de quienes desean que el Deportivo se vaya al garete. Se ha vendido la cantera como si fuera la panacea y salvación del Deportivo, demasiado humo y demagogia tapando el fracaso de un descenso, nadie asume responsabilidades. Se desciende y otra vez a vender ilusión con “Voltaremos”. Creo en el trabajo profesional de Fernando Vázquez, aunque los fichajes están siendo a cuentagotas.  Las tonterías “aún estamos a tiempo de fichar”, no son creíbles. Fernando Vázquez, o da un puñetazo encima de  la mesa, o se va. En una rueda de prensa dijo que asumía la responsabilidad en los fichajes. O no le valen los que le ponen encima de la mesa, o ya no entiendo nada. Sabe muy bien cuál es el montante a gastar. 
Son muchos los despropósitos que están sucediendo en el Deportivo, tanto en el orden institucional como en el deportivo, nadie asume responsabilidades solo venden humo de cantera. Recuerdo una frase de un viejo profesor: Soto, ¿usted me vio  fumar en alguna ocasión? No señor. Entonces tampoco verá que de mi boca no sale humo.
Los aficionados son los menos culpables de la situación y los más perjudicados. Exhibir las heridas con lamentos, es de cobardes. Los valientes luchan para curarlas. El Deportivo está herido, ahora es cuando hay que batallar por el sentimiento. “SI SE PUEDE” luchar por lo que creemos. Llegó el momento de exigir a los responsables explicaciones y no esperar sentados que digan lo que les interesa a ellos. La ciudad debe movilizarse, de no hacerlo, después no serán de recibo las lamentaciones. Si engañan una vez, la culpa es de quien engaña: si lo hacen dos, la culpa es nuestra.  

 

 

 

 

 

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